Elemento transformador que convierte la materia prima en arte. Donde la tierra se vuelve cerámica, el pigmento se vuelve alma.
Trabajo en arcilla inspirado en técnicas precolombinas. Cada pieza lleva la memoria de la tierra y el poder transformador del fuego.
Uso de pigmentos naturales y técnicas mixtas. Capas que cuentan historias, texturas que abrazan la luz.
Formas que nacen del diálogo entre la materia y el espíritu. Esculturas que respiran ancestralidad.
Piezas creadas para ceremonias y espacios sagrados. Arte que trasciende lo decorativo para convertirse en portal.
Conjunto de vasijas ceremoniales inspiradas en la cosmovisión andina. Cada pieza representa un elemento de la naturaleza y lleva grabados símbolos que conectan con la energía telúrica. El proceso de cocción se realiza en horno de leña, respetando las técnicas ancestrales.
Murales que narran la conexión entre lo urbano y lo ancestral. Utilizando pigmentos extraídos de tierras locales, cada trazo es un homenaje a la resistencia cultural y la identidad latinoamericana.
Esculturas verticales que representan el proceso de transformación personal. Cada totem es único y se crea en colaboración con quien lo encarga, siendo un reflejo de su proceso interno de cambio y crecimiento.
Todo comienza con la selección de materiales. Busco arcillas locales, pigmentos naturales, elementos que llevan la energía de la región. Es un proceso meditativo de reconexión con los elementos.
Antes de crear, preparo el espacio. Enciendo incienso, pongo música ancestral, entro en un estado de contemplación. El arte nace desde un lugar sagrado del ser.
No impongo formas a la arcilla; dialogo con ella. Escucho lo que quiere ser, siento su resistencia y su entrega. Mis manos son instrumentos de traducción entre la intención y la forma.
El fuego es el gran maestro. En el horno, la pieza pasa por su muerte y renacimiento. Cada cocción es una ceremonia, un acto de fe en el poder transformador del elemento.
Una vez terminada la pieza, la "activo" energéticamente. Mediante cantos, sahumerios y intención, la obra recibe su propósito y se convierte en portadora de energía ancestral.
"El fuego no destruye, transforma. En cada llama vive la sabiduría de nuestros ancestros, que supieron que solo a través del fuego la arcilla se vuelve eterna, el metal se purifica y el espíritu encuentra su forma más pura. Crear con fuego es participar en el misterio de la transformación, es ser cómplice de la magia que convierte lo ordinario en sagrado."